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Provoca discapacidad, falta de oportunidades laborales

06 de Octubre 2016
Emmanuel pidió a la comunidad darle oportunidad a las personas con alguna discapacidad

Emanuel Alejandro Pérez Anaya es un ingeniero civil que vive en unión libre con una abogada de quien espera un bebé, luego de haberse separado de su ahora exesposa con quien también tuvo un hijo.

Este último vive con su madre en Coahuila y aunque Emmanuel habla por teléfono con él cada que puede, apenas logra mandarle dinero cada uno o dos meses debido a que no tiene empleo y los que ha tenido han sido por lapsos muy cortos de tiempo y con sueldos muy bajos.

Esta parece ser una situación por la que pasan más personas, sin embargo, lo que ha llevado a Emmanuel a vivir esto es algo que muchos no comprenden: su discapacidad.

A Emmanuel lo operaron hace ocho años por un tumor en la cabeza, el cual hizo que se quedara sordo y con una parálisis facial que le dificulta el habla, además de que debe caminar con bastón en mano.

En un diálogo en el que esta reportera le escribía en un papel y él con amabilidad y con continuas pasas respondía para hacer más claro su mensaje, contó que cuando salió de la cirugía estuvo dos años en recuperación sin poder hacer nada; estaba en depresión.

“Salir de algo así no es nada fácil, pero me agarré con fuerza y a veces uno se tiene que tragar los comentarios de la gente, aunque sea la gente muy payasa, pero seguí echándole ganas”, aseveró.

No obstante, dijo que se le ha hecho bastante difícil encontrar trabajo, debido a que las personas no entienden sus ganas de trabajar y solo lo juzgan por su físico, mientras que otras personas se aprovechan de ello y abusan con los sueldos.

En este sentido, consideró que los patrones no sólo deben fijarse en lo que una persona hace con su cuerpo sino por lo conocimientos que uno puede aplicar, tal como él que pese a que no puede hacer físicamente muchas cosas cuenta con los saberes de su carrera.

Emmanuel ha trabajado estos últimos seis años por proyectos, en el que más tiempo estuvo fue en uno que duró año y medio, otro duró un año y el resto solo meses; cada que el proyecto termina emprende nuevamente la travesía para encontrar un nuevo trabajo y con las mismas dificultades.

Esto lo lleva a un problema a largo plazo, pues no ha contado con ninguna prestación: a la fecha no puede tener acceso a un crédito de vivienda y debe pagar sus servicios médicos en el sector privado.

En un principio, Emmanuel comentó que su trabajo ideal es estar en una oficina haciendo lo que sabe, consciente de su situación física, pero en un momento en el que le llegó a la mente el recuerdo de él de niño acompañando a su padre albañil en su trabajo, admitió que le gustaría estar en la obra.

En la actualidad, aparte de buscar trabajo estudia la carrera de Ingeniería Ambiental costeada por su esposa y con el deseo de hacer su propia empresa de construcción de casas ecológicas para ya no depender de nadie económicamente y al contrario, mantener a su familia.

Por todo esto, Emmanuel pidió a la comunidad darle oportunidad a las personas con alguna discapacidad: “habemos mucha gente con muchísimas ganas y muchísimo más, que muchas de las personas que están bien, pero simplemente porque no nos ven bien si se pasan a veces”.

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