WWW.CAPITALQUERETARO.COM.MX

PUBLICIDAD
Lunes 18 de Marzo 2024
UnidadInvestigación
| | |

El miedo trajo a venezolanos; México acepta a 1 de cada 7

21 de Junio 2018
A mi marido, lo atacó un grupo armado; tuvimos que huir: Ghina

POR JORGE CHAPARRO

El 12 de marzo de 2014, Guillermo Sánchez regresaba a su casa luego de visitar a su madre, en la ciudad de Valencia, estado de Carabobo, Venezuela, y debía cruzar por donde se realizaba una protesta de jóvenes contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Cuadras antes de llegar a su casa, Guillermo fue interceptado por un grupo de motociclistas, conocido como los “Colectivos Armados”, un grupo paramilitar que disparó contra el entrenador de equipos juveniles de beisbol de la localidad.

Lo golpearon en el piso y entregaron a la policía, que no hizo mucho para salvarle la vida, fue abandonado cerca de una clínica; desesperado y malherido, Guillermo caminó hasta el hospital, ahí recibió atención y pudo comunicarse con su esposa, Ghina. Sin embargo, la pérdida de sangre provocó que apenas tuviera aliento para encontrarse con su esposa y preguntar por sus dos pequeños hijos.

La vida de Ghina Rodríguez dio un vuelco, su tarea como educadora se vio invadida por una lucha que exige justicia y castigo a los culpables del homicidio. Una entrevista con la cadena CNN de Estados Unidos la colocó en medio del huracán. Toda Venezuela conoció de su existencia, pero el gobierno también. Comenzaron a hostigarla y amenazarla.

Con mi vida en riesgo, pedí ayuda a Amnistía Internacional, por lo que pudimos escapar primero a Panamá y de ahí a México”, relató.

Ghina forma parte de los 462 venezolanos que en 2014 fueron aceptados como refugiados en México. Bajo protección mexicana, Ghina ha logrado recuperar un poco la tranquilidad, aunque reconoce que todavía hay ciertos prejuicios en su contra, sobre todo por el acento o la forma en que se viste.

Los asilados Silvia Garduño, vocera del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), reconoce que aumentaron considerablemente las solicitudes de asilo: “El año pasado se disparó muchísimo el número de solicitudes, de hecho, desde 2014 hasta 2017, hemos visto un incremento bastante grande; en 2014 teníamos alrededor de 2 mil solicitantes; el año pasado tuvimos 14 mil 500”. Sin embargo, sólo se aceptaron mil 907 como refugiados. En el informe de ACNUR denominado “Desplazamiento forzado en 2017, tendencias globales”, se advierte que el número de personas que buscan refugio se duplicó en la última década, es decir 68.5 millones de seres humanos. El mayor número se registra en Medio Oriente y África.

El 70 por ciento de los refugiados proviene de cinco países: Siria, Afganistán, Sudán del Sur, Myanmar y Somalia. Silvia Garduño explicó que la migración forzada se dirige a países vecinos, por eso, en el caso de México, son centroamericanos quienes más llegan. “En primer lugar, Honduras; después está Venezuela, El Salvador y Guatemala, serían las nacionalidades que más están llegando a México, aunque podemos tener algún refugiado extracontinental, de África o de Siria; lo que podemos ver como tendencia es que los refugiados buscan llegar a un país vecino”.

En los 80, las revoluciones provocaron una oleada de centroamericanos buscando refugio, eso cambió y ahora son bandas del crimen organizado y pandillas quienes expulsan a esas personas, expuso: “La protección es que estás en otro país y cómo estás en otro país, podemos pensar que el riesgo es menor, porque las personas o sus perseguidores están lejos; aunque podemos tener casos en los que estamos tan cerca de Centroamérica que los agresores pueden incluso viajar a México en busca de sus víctimas”, dijo la vocera de ACNUR México.

Nadar contra corriente Los solicitantes de refugio en México deben enfrentarse a una Comisión Mexicana para Ayuda de Refugiados (Comar), que no cuenta con personal o infraestructura para cumplir su objetivo. Silvia Garduño señaló que la mayoría de quienes escapan de su país, ingresan ilegalmente a México y son detenidos en instalaciones migratorias: “Lo primero que debemos garantizar es la no devolución, el trabajo de ACNUR es apelar a que las personas que necesitan protección no sean retornadas a sus países”. Otro de los problemas es que durante el proceso de la solicitud de asilo, los migrantes deben permanecer cerca de la oficina de la Comar, para responder en el momento en que sean llamados. Sin embargo, sólo hay oficinas en Tapachula y Tenosique, en Chiapas, en la Ciudad de México y en Acayucan, Veracruz.

A esto se agrega que las oficinas de Comar en la Ciudad de México se dañaron con el sismo del 19 de septiembre y la investigación de 4 mil 700 expedientes se retrasó, por lo que no hay un pronunciamiento del gobierno mexicano para aceptar o para negar el asilo.

Lo peor, explica Ghina Rodríguez “es que si no obtienes la residencia permanente, que viene con la aceptación de la condición de refugiado, no puedes trabajar de manera formal”. Además, en su caso, que cuenta con una carrera universitaria en Educación, no puede ejercer en México hasta en tanto no logre revalidar sus estudios y obtener la certificación nacional.

México también expulsa Si bien México ha recibido 14 mil 596 solicitudes de asilo por parte de extranjeros, gobiernos de países vecinos han recibido 96 mil 763 solicitudes de mexicanos que escapan del país. La vocera de ACNUR México congirmó que también un elevado número de connacionales ha acudido a la sede de ese organismo en Estados Unidos, pero no pudo precisar el número de mexicanos que buscan la protección norteamericana. Del total de solicitantes de asilo, dice el estudio de ACNUR, 11 mil 677 han recibido asilo, pero 85 mil 86 aún continúan en espera de un fallo. Ghina Rodríguez y su familia son parte de los desplazados de sus países de origen por culpa de la violencia y el miedo.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD