Narcisismo, una condición de tipo psicológico y cultural

Por: TERESITA GONZÁLEZ

Existe confusión con este concepto, ya que muchas personas creen que es “amor propio”, lo cual es un error, pues no se trata de cuidado, atención o amor a sí mismo, sino que es ocuparse exageradamente de la propia imagen, preocuparse más de la apariencia que del sentir.

La superioridad los hace inconscientes del sentimiento y cuando se vuelven conscientes ya es demasiado tarde, pues esta conciencia se debe a tragedias o enfermedades terminales y es cuando descubren su sentido del ser.

Sin eso no valoran, no agradecen, no disfrutan; lo material está por encima de lo emocional y espiritual.

¿Qué hace a un narcisista? Normalmente comienza en la infancia; y ocurre por haberse sentido profundamente humillado, principalmente por sus padres (aunque también pueden ser otras figuras importantes para éste), al haber utilizado el poder, el castigo, la crítica o el abuso como medio de control.

Además de eso actualmente la cultura sobrevalora la imagen, haciendo que las personas se desconecten de su realidad, viviendo en una sociedad materialista.

El tener se ha vuelto más importante que el ser humano. Se considera exitosa y se admira más a la persona adinerada, guapa, sexi, famosa, se le dedica más tiempo a la imagen a proyectar que a lo digno y que al respeto hacia sí mismo.

Se cree que la apariencia es lo más importante, se maquilla lo interior y también lo exterior, se quiere adoptar una personalidad, más atractiva, pero ficticia, se llega al extremo de realizar cirugías-implantes, etc., para verse más jóvenes, atractivos elegantes, sofisticados y se olvidan hasta de cuidar la salud; pues ir al gimnasio es más por estatus, imagen, verse bien, o por moda, que por salud.

El narcisismo de las personas es reflejo de su cultura.

También el trastorno narcisista de personalidad aumenta y se debe a los cambios en la educación; muchos padres de familia (con todo el amor que le tienen a sus hijos), están sobreprotegiéndolos, dándoles demasiadas cosas, premiándolos sin esfuerzo, no quieren que nada les suceda, ocasionando que se sientan “merecedores”, y por lo tanto no enfrentan, ni tienen grandes responsabilidades tampoco tienen que utilizar o conocer siquiera las cualidades y habilidades necesarias para enfrentar la vida, y por consiguiente carecen de interés por el ambiente, la sociedad, el prójimo, los valores y del “sentir” derivado de la lucha, la motivación y el impulso, lo cual los hace poco a poco “personas frías, insensibles; ególatras, convirtiéndose ellos mismos en su propio mundo, centrados en sus intereses, sin importar las necesidades humanas; actuando cada vez más sin sentimientos, pero igualmente insensibles a los propios; por eso son seductores y manipuladores y buscan poder y control.

Su conducta es autodestructiva.

Asimismo, experimentan la vida como algo vacío y sin sentido y por supuesto a la vez carentes de afecto, con más vacíos mentales y emocionales. Por eso los problemas de personalidad que tiene la gente han cambiado.

Anteriormente las consultas al especialista eran debido a ansiedades, obsesiones, culpas y miedos.

Actualmente la mayoría de los síntomas son por depresión, vacíos emocionales, carencias afectivas, frustración, insatisfacción y falta de realización, aun teniendo éxito en el trabajo, pues aunque eso es importante, no deja de serlo más la búsqueda del interior, que es con lo realmente se llega al verdadero placer y no del exterior falso y basado en tener.