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Peligra nombramiento de Querétaro por fallas

22 de Enero 2018
Inseguridad, ruido y falta de estacionamiento van en aumento

La capital de Querétaro está en riesgo de perder el nombramiento de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, a causa de las diversas problemáticas que presenta el Centro Histórico, advirtió el cronista del estado, Andrés Garrido del Toral.

“No nada más Querétaro, cualquier ciudad que se deje caer puede perder esta designación”, alertó.

Garrido detalló que algunas de las dificultades que se tienen en el Centro Histórico son la inseguridad, un déficit de cinco mil cajones de estacionamiento, la falta de iluminación, así como un drenaje con más de 60 años de antigüedad.

Además el establecimiento de antros y bares va en aumento, y en consecuencia, provocan más ruido; también por la venta desmedida de alcohol y jóvenes drogándose, bebiendo o haciendo sus necesidades fisiológicas en vía pública.

A pesar de esas situaciones, reveló que aunque la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura es un organismo especializado de las Naciones Unidas (UNESCO) no ha hecho algún tipo de recomendación, admitió que preocupan esos “factores malignos”.

“Si no cuidamos nuestro Centro Histórico, 99 por ciento del atractivo de Querétaro se puede caer, actualmente es la tercera ciudad preferida como destino turístico no playero, incluso, hemos ocupado el primer sitio”, sostuvo.

Vocación del Centro El cronista del estado, consideró que dichas problemáticas surgieron a causa de que las familias antiguas de esta zona de la ciudad estaban quebradas económicamente y no tenían para pagar el predial, lo que ocasionó que vendieran su vivienda o la pusieran en renta para tener un ingreso extra.

Este hecho originó el establecimiento de todo tipo de negocios, pero sobre todo, de antros y bares, y con esto, la vocación original del Centro Histórico cambió de ser habitacional a uno comercial y turístico.

Adicionalmente, indicó que también se presentó un incremento en el número de delitos como cristalazos en las calles de Guillermo Pietro, Río de la Loza y Altamirano; robo de vehículos, a casa habitación y asaltos a peatones.

Garrido del Toral, explicó que todas esas cuestiones han provocado que los habitantes que quedan en el Centro Histórico decidan salir para buscar una mejor calidad de vida.

“Familias enteras están emigrando a las colonias de clase media y clase media superior o elegantes zonas, porque ya no se puede vivir en el ese emblemático lugar”, abundó.

Actividad comercial El presidente de la Asociación de Comerciantes Establecidos del Centro Histórico, Alfonso González Hurtado, informó que actualmente hay cerca de cinco mil negocios de todo tipo de giro en el primer cuadro, el cual está conformado por las calles Ejército Republicano a Tecnológico, y de Universidad a Constituyentes cerca de la Alameda Hidalgo.

Precisó que del total de comerciantes, 90 por ciento pagan renta y el resto son dueños. Además, previó que los cinco mil negocios benefician económicamente a 100 mil personas de forma directa e indirecta.

Del mismo modo, señaló que se registra una rotación importante de comercios, ya que la renta mensual de los locales oscilan entre 20 mil y hasta 80 mil pesos.

Estimó que cada seis meses cierran entre 20 y 30 de los establecimientos en el Centro Histórico, por la falta de ventas.

Sin proyecto de rescate González Hurtado, denunció que los comerciantes sufren las mismas problemáticas que los habitantes que quedan en la zona, pues esto se ha visto reflejado en una disminución de hasta 60 por ciento en sus ventas en los últimos 12 años.

Hoy la clase media, media alta no va al Centro a hacer compras, ya no somos una opción de consumo para ese sector de la población, porque van y ya no encuentran estacionamiento, es un problema estar dando vueltas.

“Eso aunado a la gran cantidad de plazas comerciales que se están abriendo, donde hay comodidades y estacionamiento”, puntualizó.

De esta forma, lamentó que el municipio de Querétaro no tenga un proyecto para rescatar el Centro Histórico en materia habitacional y económica, pues precisó que “muchos gobiernos” sólo se han enfocado en el tema turístico. “Es la zona económicamente más importante del municipio, turísticamente es la más importante, porque no hay turista que venga a Querétaro y no pase al Centro.

“Me parece que tiene una importancia histórica, somos Patrimonio Cultural de la Humanidad”, apuntó. Por lo tanto, destacó que la importancia de que se ponga en marcha un proyecto para rescatar el Centro Histórico.

“Si estos temas no se atienden en el lugar, lo que es el drenaje, inseguridad y estacionamiento, la realidad es que va a ser muy difícil que se pueda reactivar”, subrayó.

Es posible recuperarlo El cronista del estado, Andrés Garrido del Toral, consideró que aún se puede rescatar el Centro Histórico y que lo viable es que haya un equilibrio de entre 30 y 40 por ciento, entre los servicios, los comercios, el turismo y la parte habitacional.

“Para ello se tiene ofrecer una mejor seguridad, convencer a las familias que no se salgan y a quienes llegan a la ciudad de que habiten en esta zona”, apuntó.

Sin embargo, refirió que el rescate depende del Gobierno y la misma sociedad, pues el Centro Histórico seguirá siendo la joya del Bajío. “Estamos a tiempo de salvarlo, las medidas todavía no son de terapia intensiva, son normales, confío en que vamos a salvarlo.

Gobierno y sociedad. Basta de echarle la culpa a un gobierno en específico, es asunto de todos”, manifestó.

Patrimonio de la humanidad En 1980, el entonces gobernador de Querétaro, Rafael Camacho Guzmán, hizo las gestiones necesarias para que el presidente de México, José López Portillo declarara en 1981 a Querétaro zona monumental, lo cual incluyó 242 manzanas en el cuadro de Avenida Zaragoza, Avenida Tecnológico, Avenida Universidad y Circunvalación.

En 1996 se consiguió la declaratoria de Ciudad Patrimonio de la Humanidad otorgado por la UNESCO, debido a la perseverante gestión del entonces gobernador del estado, Enrique Burgos García, al alcalde de la capital Jesús Rodríguez, al cronista municipal, Eduardo Loarca Castillo y a los arquitectos Jaime Font Fransi, Antonio Loyola Vera y Carlos Arvizu García.

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