Queretanas se refugian en CDMX para abortar

El estado de Querétaro ocupa el séptimo lugar nacional con el mayor número de abortos realizados en la Ciudad de México. 

De acuerdo con datos del Sistema de Información de Interrupción Legal del Embarazo, en el periodo de abril del 2007 al 14 de febrero de este 2018, 488 mujeres procedentes del estado han acudido a la Ciudad de México para interrumpir legalmente su embarazo. 

LEGISLACIÓN ESTRICTA

Querétaro y Guanajuato son los estados que cuentan con las legislaciones “más estrictas” del país para castigar el aborto, sostuvo la presidenta de la Asociación Queretana de Educación para las Sexualidades Humanas (Aquesex), Alejandra Martínez Galán. 

“Son cosas que siempre hemos insistido que tendrían que cambiar, que tendrían que modificarse y que no hemos sido escuchadas”, expresó. 

Recordó que a raíz de la reforma en el 2009 para penalizar el aborto, el estado se encuentra entre los primeros lugares de femeninas que acuden a realizar esta práctica a la Ciudad de México. 

Aclaró que en su mayoría se trata de mujeres jóvenes, pero no adolescentes, que ya tienen hijos y han decidido no aumentar su familia. Por lo cual, señaló que debe desaparecer el mito de que son  femeninas irresponsables que se embarazan y abortan. 

Reportó que los costos del aborto varían desde 500 pesos si se realiza en una institución de salud, o de dos mil 500 pesos hasta los cuatro mil pesos, se se hace en una clínica particular. 

CÓDIGO PENAL DEL ESTADO DE QUERÉTARO

De acuerdo con el Código Penal del Estado de Querétaro, en el Capitulo V sobre el aborto, el artículo 136 señala que “Comete el delito de aborto el que causa la muerte del producto de la concepción hasta antes del nacimiento”. 

Artículo 137. Al que hiciere abortar a una mujer con consentimiento de ésta se le aplicará de uno a tres años de prisión. Cuando falte el consentimiento, la prisión será de cuatro a siete años, y si mediare violencia física o moral, de siete a nueve años. 

Las penas previstas en este artículo se incrementarán hasta en una mitad más, cuando la gestante sea menor de edad o no tenga capacidad para comprender el significado del hecho. 

Artículo 138. A la mujer que se procure el aborto o consienta en que otro lo haga abortar, se le aplicará de uno a tres años de prisión. 

Artículo 139. Tratándose de la madre que voluntariamente procure su aborto o consienta en que otro lo haga abortar, el juez podrá aplicar hasta una tercera parte de la pena prevista en el artículo anterior, cuando sea equitativo hacerlo considerando lo dispuesto en el artículo 68 de este Código y específicamente, en su caso, el estado de salud de la madre, su instrucción y condiciones personales, las circunstancias en que se produjo la concepción, el tiempo que hubiese durado el embarazo, el desarrollo y características del producto, el consentimiento otorgado por el otro progenitor cuando éste viva con la madre y cumpla las obligaciones inherentes a la unión, los resultados de la medida cautelar de atención integral a las mujeres en caso de práctica de aborto, siempre que sean aportados por la imputada y, en general, todos los elementos conducentes a resolver equitativamente el caso de que se trate. 

Artículo 140. Si el aborto punible lo causare un médico a una auxiliar de este, además de las sanciones que le corresponden conforme a lo dispuesto en este capítulo, se le aplicará suspensión de uno a cinco años en el ejercicio de su profesión. 

Artículo 141. No se sancionará a los médicos y a los auxiliares de estos que en legítimo ejercicio de su profesión brindan a la mujer la atención que requiera con motivo de un aborto punible realizado por otra persona. 

Artículo 142. No es punible el aborto: cuando sea causado por la culpa de la mujer embarazada y cuando el  embarazo sea resultado de una violación.

DOBLE MORAL VS UNA DE LAS LEGISLACIONES MÁS ESTRICTAS 

La presidenta de la Asociación Queretana de Educación para las Sexualidades Humanas (Aquesex), Alejandra Martínez Galán, enfatizó que la ley debería ser reformada para que sea legal la interrupción del embarazo y que el estado garantice que se realice de manera adecuada, pues consideró que esté penalizado o no dicha práctica, las mujeres la llevarán a cabo. 

No obstante, lamentó que en el estado transite una doble moral, pues afirmó que aunque se sabe que el aborto se practica, no quieren que se realice en condiciones adecuadas para las femeninas.

“Ni siquiera ya en cualquier circunstancia, ni siquiera cuando la vida de la mujer corre peligro, ni siquiera en esa circunstancia está permitido en Querétaro. Así  de retrógradas estamos”, enfatizó. 

Además, señaló que el estado falla al no tener políticas públicas educativas que garanticen que las personas tengan una adecuada educación sexual; al no brindar servicios de salud reproductivos apropiados; ni tampoco una amplia gama de anticonceptivos para todas las mujeres.

“Entonces hay unas fallas y de pronto el Estado a lo único que se remite es castigar a las mujeres cuando interrumpen un embarazo”, refirió. 

Alejandra Martínez, anticipó que el aborto es uno de los temas que están en el debate y que seguramente será necesario que sea retomado, pues “sigue siendo un problema de justicia social”. 

HISTORIA.

Rosalba, como la llamaremos tras pedir el anonimato, compartió que tenía 25 años cuando resultó embarazada “por accidente y por confiada”.

Recién había terminado una relación, motivo por el cual dejó de tomar sus pastillas anticonceptivas. Sin embargo, poco tiempo después tuvo un reencuentro con su expareja del cual quedó embarazada. 

“Dejé de cuidarme, pero lo seguí viendo después y no me cuidé y pasó, fue un accidente porque yo estaba confiada, yo tenía mal la información, yo sabía que después de que tu dejabas de tomarlas (anticonceptivos) había un tiempo en el que tu no podías embarazarte, entonces yo me confié”, detalló. 

Rosalba sabía que no estaba preparada, que tenía aún muchas metas y sueños por cumplir y que tampoco podría darle a ese bebé una familia. Entonces planeó ir a la Ciudad de México a abortar, pues sabía que en Querétaro dicha práctica está penalizada. 

Sin embargo, se acercó a una amiga, quien le recomendó primero ir a un hospital privado. Ahí una ginecóloga le confirmó que tenía tres semanas de embarazo y le dio la opción que necesitaba, no sin antes pedirle que pensara bien su decisión pues podría arrepentirse. 

“Cuando vi a la ginecóloga me dijo que el procedimiento se podía hacer aquí, obviamente era contra la ley, pero que realmente la ley tiene muchísimos vacíos porque resulta ser que te lo prohíbe, pero en la farmacia se venden los medicamentos sin ninguna receta (…) me dijo ‘de verdad no hay riesgos, si llegara a pasar, que te pusieras mal por otra cosa, puede tomarse como un aborto espontáneo’ porque tiene esos efectos”, recalcó. 

Aunque no fue fácil, Rosalba decidió abortar aproximadamente cinco semanas después. 

La ginecológica le recomendó un medicamento (del cual omitiremos su nombre) que compró en una farmacia sin receta médica. 

Con miedo e incertidumbre, lo tomó un sábado por la mañana.

Rosalba, quien estuvo acompañada todo el tiempo de una amiga, recordó que por la tarde comenzaron los efectos y que prácticamente toda la noche no salió del baño. 

Describió que los dolores que tenía eran como “cólicos”, pero más fuertes de lo común, tal vez como de un parto, “yo decía que me lo merecía por haber tomado esa decisión”. 

“Es un dolor horrible, yo me imagino que debe ser como un parto, empiezas a sangrar horrible, y llega el momento en el que sientes y ves como hay un coágulo mayor de sangre. No pude dormir esa noche, cólicos horribles, dolor horrible”, manifestó. 

Todo el fin de semana estuvo en constante comunicación vía telefónica con la ginecóloga, por si existía alguna complicación. Afortunadamente no hubo alguna y que el martes siguiente acudió a revisión. 

Ya no estaba embarazada. 

Rosalba, que actualmente tiene 28 años de edad, no se arrepiente y sabe que fue la mejor decisión que tomó, pues ser mamá no era lo que quería en ese momento. Aunque en sus planes futuros no descarta formar una familia y tener hijos. 

LEY OBSOLETA Y CON VACÍOS.  QUERÉTARO DEBE PONERSE A LA VANGUARDIA.

El abogado litigante, Fernando Morales, consideró que el Código Penal del Estado de Querétaro, en relación al capitulo V sobre el aborto, es obsoleto y tiene vacíos.

“El Código es claro y específico, pero ya se me hace obsoleto ese artículo (…) no se adentra en los medios que pueden utilizarse, que incluso cualquier persona ahorita en internet puede buscar la solución. Ahí dice tomate tal medicamento y lo compran sin necesidad de receta médica y lo llevan a cabo bajo su riesgo, entonces es difícil también que la autoridad esté vigilando toda esa cuestión, porque muchas veces no hay consecuencias mayores ni efectos secundarios y ahí quedó”, indicó. 

Explicó que actualmente cualquier femenina podría tomar algún medicamento o algún té, esto último primordialmente en comunidades rurales, sin que tenga que ser castigada. 

“En la práctica se lleva a cabo discretamente. Incluso los ginecólogos se prestan a prescribir medicamentos que incluso no requieren receta médica para que se lleven a cabo. En las zonas rurales hay curanderos, parteras y demás que aún existen en esos pueblos que les dicen que utiliza tal té con esto combinado y llegan a obtener los resultados que desean y se provoca el aborto”, sostuvo. 

De esta forma, consideró que Querétaro debería ponerse a la vanguardia y despenalizar el aborto.

Para ello, señaló que aunque el estado sea conservador y de costumbres, las autoridades y los diputados locales deberían tener una mente más abierta, puesto que hoy en día las ciudades grandes y los países de primer mundo practican el aborto sin problema y sin ningún tipo de debate. 

“Ya deberíamos de estar a la vanguardia y permitirle a la mujer que decida sobre su cuerpo y pueda ella decidir si desea practicarse el aborto y que el estado le pueda proporcionar los medios idóneos para que no esté en riesgo su salud”, refirió.

SIN SENTENCIAS POR ABORTO

De acuerdo con datos del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), durante el 2017 no se registraron casos de mujeres que hayan sido enviadas a prisión por el delito de aborto.