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Sigo siendo aquel

26 de Febrero 2018
“Señores, conmigo nadie baila. Hagan el favor de sentarse a escucharme”

Rogelio Segoviano

Cuenta Raphael, que antes de que él decidiera seguir la carrera artística, a los cantantes se les llamaba crooners, y cantaban en clubes nocturnos para que la gente bailara. “Era muy simple, la orquesta tocaba, el crooner cantaba y la gente bailaba. Así era, pero cuando yo salí, lo primero que les dije fue: ‘Señores, conmigo nadie baila.

Hagan el favor de sentarse a escucharme’”.

El intérprete español, quien se encuentra en México para ofrecer diez conciertos —entre el 27 de febrero y el 22 de marzo, como parte de su gira Loco por cantar— recuerda que la primera vez que estuvo en un escenario para cantar, “ya con paga de por medio”, lo hizo en Zaragoza.

“Antes de mí se había presentado un crooner y la gente bailaba, pero cuando yo subí a cantar y vi la pista llena, me les quedé mirando por varios segundos. Yo trataba de decirles: ‘Anden, vayan a sentarse’. Y ellos como que me decían: ‘Vamos, empieza ya, queremos seguir bailando’. Entendieron que el baile había terminado y ahora comenzaba otro tipo de espectáculo. Desde entonces toda la gente se sienta para escuchar a Raphael…, y a todos los demás, porque ahí fue que inventé los conciertos”.

“No esperabas que contara eso, verdad… Yo inventé los conciertos, porque antes decías que ibas a dar un concierto, y todos pensaban que ibas a cantar ópera”, dice Raphael.

Con casi 60 años de trayectoria en los escenarios, El Divo de Linares, interpretará los temas de sus más recientes producciones: De amor y desamor e Infinitos bailes. En el primero ha vuelto a grabar muchas de las canciones que lo lanzaron a la fama en el inicio de su carrera, sólo que con nuevos arreglos y audio de última generación; mientras que en el segundo disco presenta 14 canciones nuevas compuestas por algunos de los músicos más importantes de la actual escena española: Dani Martín, Vanesa Martín, Iván Ferreiro y Mikel Izal.

En otras palabras, con estas propuestas Raphael quiere conquistar a las nuevas generaciones. “Los hice para que los jóvenes conozcan mis canciones, porque no todos crecieron en una familia en la que sabían quién era Raphael”, asegura.

Agrega que “hay personas que no saben quién soy o que jamás me han escuchado cantar. Tal vez las han oído por ahí, de lejos y no las tienen presentes en su vida. Quiero que todos tengan la oportunidad de conocer y acercarse a mis canciones, que ya son históricas. Pero tampoco se trata de que escuchen una canción antigua, en un disco antiguo, que suena antiguo. Es difícil que un artista tenga la oportunidad de hacer nuevamente lo que ya hizo antes, y con los adelantos de hoy en día, porque quienes tienen una trayectoria de varias décadas y un pasado glorioso, cuando lo quieren volver a hacer ya su voz no existe, ya se gastó… Pero mi caso es todo lo contrario. Ahora canto mejor que hace 40 años”.

Para el intérprete, la magia y el espíritu romántico de las versiones anteriores se conservará en los viejos discos, “pero también esa magia y espíritu romántico se ha acrecentado ahora que las vuelvo a cantar. Antes eran textos que, debo admitirlo, me quedaban grandes. Tenía 18 años y decía: ‘Que sabe nadie’. Son palabras que a un chaval le vienen muy grandes. Pero ahora soy una persona adulta que ha vivido sus cosas y sabe bien el significado de cada letra de las palabras: ‘Amor’ y ‘Desamor’. Un concierto mío de hoy en día no tiene nada que ver con los conciertos que ofrecía hace 40 años, cuando era un chiquillo que hacía todo de prisa y corriendo”.

Sin falsa modestia, Raphael asegura: “Soy un clásico del cancionero popular, pero hay muchos que sólo tienen referencia de mí por lo que les han platicado. Les han llenado la cabeza hablándoles de Raphael, diciéndoles que es El Divo de Linares, pero jamás me han escuchado.

He pasado por cinco generaciones y la mayoría sabe quién soy, pero vamos, ya con la sexta generación me está costando trabajo porque son chicos que reciben un bombardeo de información. Tienen teléfonos inteligentes donde guardan 10 millones de canciones y 10 millones de videos. Es natural que ellos quieran conocer sonidos jóvenes”.

También hizo un disco con temas inéditos de autores jóvenes. “Ahora busco temas escritos por chicos de entre 20 y 24 años que no sean imitación de Manuel Alejandro o José Luis Perales; quiero temas que vengan a enriquecer mi universo, pero que al mismo tiempo se adapten a mí, a mi estilo. Eso, mi amigo, es savia nueva”.

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