Misión imposible: Repercusión

A sus 56 años recién cumplidos, la estrella de Hollywood Tom Cruise no teme seguir sometiendo su cuerpo a retos imposibles, como colgarse de un helicóptero sobre los glaciares de Nueva Zelanda, saltar de un edificio a otro, escalar a mano un empinado risco en Los Alpes suizos o conducir una moto a toda velocidad y en sentido contrario en torno al Arco del Triunfo.

“Saltar, escalar, chocar, conducir una moto a toda velocidad… es un día más en mi vida. Todos los días me levanto corriendo y voy al trabajo en helicóptero”, bromeó con la prensa hace unos días el actor, durante la alfombra roja en París, en el estreno mundial de Misión imposible: Repercusión (Mission:Impossible Fallout), que mañana se estrena en las carteleras de gran parte del mundo, entre ellos México.

Misión imposible: Repercusión es la sexta entrega de la exitosa saga fílmica basada en el programa de televisión homónimo de la década de los 70. Y aunque siempre se rodea de todas las medidas de seguridad posibles en sus películas, Cruise promete seguir arriesgándose y filmando él mismo sus escenas de acción “todo el tiempo que pueda”, sin usar dobles ni pantallas verdes para efectos especiales.

Por ejemplo, para esta nueva cinta —dirigida por Christopher McQuarrie—, el famoso actor se preparó arduamente y registró más de 2 mil horas de vuelo para hacer sus escenas a bordo de un helicóptero AS350, cuyas secuencias implicaron una persecución en las montañas, varias acrobacias (una de ellas, una espiral de 360 grados), así como una caída en picada.

De acuerdo con información proporcionada por los estudios Paramount, todas las acrobacias en el filme son reales, incluida la espiral de 360 grados que pocos pilotos se atreven a realizar; y para rodar las escenas el equipo de producción desarrolló unas plataformas donde se podían montar las cámaras para mostrar que el agente secreto Ethan Hunt (el personaje de Cruise en la saga) pilotea el helicóptero sin ayuda de nadie. Cada posición de la cámara fue diseñada para que los espectadores observen todo a detalle.

“Escuchamos a la audiencia para darle lo que quería, nos seguimos poniendo nuevos retos con cada película sin dar nada por hecho. Me encanta hacer películas y las hago pensando cómo podemos hacerlas únicas, especiales. Chris McQuarrie tiene la misma visión, nos encanta el cine, nos encanta entretener”, dijo Cruise a la cadena británica BBC.

Agregó que “antes de hacer estas películas siempre siento que es una misión imposible. Trabajamos muy duro y, cuando tienes la acción que nosotros tenemos, en localizaciones tan distintas, es un desafío, pero siempre es interesante”.

La nueva entrega de la saga de acción —que Tom inició en 1996 con el cineasta Brian de Palma— “es una oportunidad para celebrar a la ciudad de París”, según contó al semanario Entertainment Weekly el director Christopher McQuarrie. “Estábamos preparando esta película en 2015 sin haber decidido aún dónde la rodaríamos. Tras los atentados terroristas de ese año en Francia, propuse a Tom enseñar esta ciudad, pero temía que fuera peligroso. Tom me dijo que precisamente por eso debíamos hacerla en París, para demostrarle a la gente de todo el mundo que no es un sitio peligroso”, reveló McQuarrie.

En Repercusión, el equipo de Misión imposible se ve inmerso en una operación de alto riesgo que, para evitar un ataque terrorista global, les llevará por París, Londres y la región de Cachemira (una zona en conflicto que se disputan Paquistán, India y China; por razones de seguridad estas imágenes se grabaron en Nueva Zelanda).

Algunos de los rostros más conocidos de la saga como Michelle Monaghan, que interpreta a la esposa desaparecida de Ethan Hunt, regresan en esta película junto a Ilsa (Rebecca Ferguson) y Benji (Simon Pegg), aunque hay nuevas incorporaciones: Henry Cavill es el agente secreto August Walker; Angela Bassett se convierte en la nueva directora de la CIA y Vanessa Kirby aparece en escena con el enigmático personaje de la Viuda Blanca.