Capital Querétaro

Fuera el fuero, pero falta el Senado

Como si se tratara de un sueño hecho realidad y que más allá de quienes quieren colgarse la medalla de proponerlo, la Cámara de Diputados, aprobó en el pleno, por más de 350 votos, que se elimine el fuero en los tres niveles de gobierno, es decir, que se incluya al presidente de la República.

Lo anterior hará pensar a muchos, especialmente a los que han robado en distintas trincheras o posiciones del Gobierno, protegerse de que no los atoren y metan a la cárcel.

El fuero ha servido por décadas a la impunidad en no pocas ocasiones. Ha servido para equivocadamente estirarlo más allá del motivo en que se impuso que fue ser intocables, por lo que su pensamiento y expresión se diera, pero nada más.

La confusión se ha extendido a la UNAM, que siendo autónoma no es una ínsula donde la impunidad campea en su extensión total. Se ha confundido y llevado a la práctica no sólo con el temor de algunos rectores de la máxima casa de estudios, como el actual, Enrique Graue, que no ha querido que haya una barredora de narcomenudistas en el campus universitario. Sin embargo, han sido detenidos más de 143 envenenadores en las inmediaciones de la institución.

En México, se abusa sin clemencia de lo que se puede. Prepotencia, impunidad, soberbia, fuero y otras que ya tienen, para decirlo llanamente, HASTA LA MADRE a la población.

La desaparición del fuero primero fue en la Comisión de Puntos Constitucionales, ya que fue necesario modificar los artículos 110 y 111 de la ya tan parchada Constitución.

Nadie se atrevió a defender el fuero, cuando exgobernadores que saquearon al país –salvo Javier Duarte de Ochoa y Tomás Yarrington Ruvalcaba, detenido en Italia y que será deportado a Estados Unidos donde debe delitos contra la salud – huyeron.

De nada sirve el esfuerzo del gobierno, si no se decomisan los bienes materiales, económicos y los que sea, se demuestra que el dinero está en una cuenta transparente y los responsables en la cárcel.

Hoy, el ladrón del que se trate, en algunos casos, está tras las rejas, defendido por carísimos abogados que cobran incluso por tiempo y en dólares, como un taxímetro ¡ah! pero eso sí con todo lo que se chingaron desde sus gobiernos, o puestos políticos.

México cambiará sí, pero no por discursos de ningún candidato, sino porque el pueblo está harto de ratas e impunidad. Va a cambiar porque es una vergüenza.

Que mientras expresidentes de otros países de América Latina están en la cárcel por corrupción, ya sea por el caso Odebrecht, por malversación o enriquecimiento ilícito y sobornos; aquí en México parece que los intocables, que ya ni en la televisión se ven, son actuales y poderosos.