Capital Querétaro

País de cínicos

Ya sabes quién se la ha pasado en campaña durante muchos años, usando los tiempos oficiales que otorga el Estado a los partidos políticos y cuyas ideas principales han sido ofensas a sus oponentes políticos. Los ha calificado de ¡puercos, cochinos, marranos! Y otros calificativos ¡Nadie le ha espetado nada! Califica de “corruptos y mafiosos” a esos mismos oponentes, no distingue y arrasa con todos.
 
La semana pasada al dirigente, que no líder del PRI, se le ocurrió la “puntada” de calificar de “prietos” a los saltimbanquis que de su partido se iba a Morena ¡Uf! Se le vino el mundo encima y lo calificaron de discriminador, de violador de derechos humanos ¿En qué país vivimos? Y lo obligaron a pedir perdón por semejante ofensa a los tránsfugas. Así que Enrique Ochoa Reza tuvo que disculparse ¿Por qué esa enorme diferencia en el trato a los políticos? A unos se les festeja y aplauden las groserías y a otros no les perdonan nada. Un buen número de periodistas de aquellos que también se sientes “estrellas”, fustigaron a Enrique Ochoa por lo soez que se había portado ¿Cómo iba a ofender a un país de prietos?
 
De verdad somos un país de cínicos. Sobre todo, aquellos periodistas que creen tener la verdad absoluta en sus comentarios, que también son ácidos y mentirosos. Omito los nombres de estos periodistas dado que no alcanzaría el espacio para nombrarlos a todos. En las redes sociales transitan infinidad de videos y audios verdaderamente ofensivos, otros más preñados de mentiras; injustamente se mofan del Presidente de la República y mienten sobre muchos de los logros del gobierno; todos saben que la mayoría de estos “memes” los elaboran los de la CNTE y sus aliados. Tampoco nadie les dice absolutamente nada, son tolerados hasta decir basta. Pareciera que existen dos Méxicos; uno, el de los cínicos y el otro, el pasivo que solo observa.
 
Es la campaña electoral que estamos viviendo en el proceso de renovación de los Poderes. En tanto el INE, presume que lograron un acuerdo con la empresa del Facebook, para que, cuando se detecten videos con información falsa, puedan ser retirados de esa red social. Otra de las farsas en las redes sociales. No se les puede decir nada a los que navegan en ellas, pues sería un atentado a la libertad de expresión. Por favor, ahí se esconde lo peor de lo peor, por medio de nombres falsos, ofenden, vituperan y amenazan a cualquiera bajo el velo del anonimato. Por eso alegremente esos cobardes pueden hacer lo que les place ¡Hasta cuándo cambiará esa secta de cínicos! La autoridad le teme a todo y deja hacer a los delincuentes lo que les place.