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¿Por qué matan a políticos?

El 28 de diciembre mataron a Saúl Galindo, diputado local perredista de Jalisco, presidente de la Comisión de Justicia del Congreso jalisciense y expresidente municipal de Tomatlán, municipio costero en donde operan y se enfrentan violentamente varios cárteles del narcotráfico. Al legislador lo ultimaron con dos tiros de escopeta a la cabeza y al tórax después de que seis sicarios interceptaron la camioneta en que viajaba por una carretera federal.

Ese mismo día fue asesinado el presidente municipal perredista de Petatlán, Guerrero, municipio también costero cuyo control se disputan seis organizaciones criminales: Los Viagras, Cártel Jalisco Nueva Generación, Guardia Guerrerense, Sangre Nueva Guerrerense, Los Granados y Los Rodríguez. A él lo mató de tres balazos un individuo que le disparó mientras cenaba con unas personas en una pozolería en Petatlán.

Cabe aquí recordar que hace casi seis meses, el 5 de julio, fue asesinado el secretario general del ayuntamiento de Petatlán, Manuel Rebolledo Pérez. Su cadáver fue abandonado cerca del aeropuerto de Zihuatanejo junto con una cartulina que decía: “Esto me pasó por apoyar a la GG. Atte. El Toni de La Correa.

Viagras”. Con base en este mensaje puede suponerse que el funcionario fue asesinado por Los Viagras por estar coludido con la Guardia Guerrerense (GG).

El 30 de diciembre fue asesinado a puñaladas el regidor perredista de Jalapa, Tabasco. Su cadáver, amordazado y atado de pies y manos, fue encontrado en su casa.Las autoridades suponen que fue víctima de un robo o venganza personal, pero en ese municipio operan varias bandas de narcos.

La noche del 31 de diciembre, en el centro de Atoyac, Guerrero, región de narcos, fue muerto a balazos Adolfo Serna Nogueda, quien era visto como el seguro candidato del PRI a la presidencia municipal de ese lugar. Recibió por lo menos cinco tiros cuando al bajarse de su camioneta le dispararon frente a su casa.

Finalmente, también en la noche del último día de 2017 fue asesinado en Mexicali, Baja California, Juan José Castro Crespo, quien en 2016 fue candidato perdedor del PRD a diputado federal. A él lo mataron a tiros unos sicarios que lo interceptaron en un ejido localizado en el municipio.

En 2017 nueve presidentes municipales perdieron la vida violentamente. En lo que va del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto han sido asesinados 23. Desde 2006 han sido asesinados 52, así como nueve regidores en funciones y 50 expresidentes municipales.

En total, 111. A este número hay que añadirle los asesinatos de otros funcionarios estatales y municipales. La mayoría de los homicidios no han sido esclarecidos y se desconocen sus causas. Sin embargo, sólo hay una de dos: o se opusieron a los delincuentes o, después de colaborar con ellos quisieron dejar el negocio o cambiar de socios.

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