Confirman prisión contra conservacionistas ambientales en Irán

*Condena Centro de Derechos Humanos las sentencias, que van de cuatro a 10 años “sin evidencia y con falsas confesiones”

Teherán, 18 Feb (Notimex).- El Centro de Derechos Humanos en Irán (CHRI por sus siglas en inglés) condenó la decisión del Tribunal de Apelaciones de mantener largas condenas de prisión contra ocho conservacionistas de la vida silvestre detenidos desde enero de 2018 sin el debido proceso, por cargos que fueron refutados por tres importantes agencias estatales iraníes, incluido el Ministerio de Inteligencia.

“El poder judicial y los guardias revolucionarios de Irán han declarado que la conservación es un delito, al condenar a estos ambientalistas pacíficos a largas penas de prisión por hacer su trabajo”, dijo el director ejecutivo de CHRI, Hadi Ghaemi.

“Estas sentencias derivaron de enjuiciamientos falsos, que se llevaron a cabo sin evidencia de irregularidades y se basaron en falsas ‘confesiones’ extraídas bajo tortura; la decisión del Tribunal de Apelaciones de mantener estas sentencias se burla del sistema de justicia iraní”.

“Las sentencias son también un duro golpe para la conservación de la vida silvestre, en un momento en que Irán necesita desesperadamente de expertos para ayudar al gobierno a salir de la crisis ambiental que la mala gestión y el cambio climático han producido”, agregó Ghaemi.

Las sentencias anunciadas por el portavoz judicial Gholam-Hossein Esmaili en una conferencia de prensa en Teherán el 18 de febrero de 2020 son para Amir Hossein Khaleghi, Sam Rajabi y Sepideh Kashani, seis años; Abdolreza Kouhpayeh, cuatro años; Houman Jowkar y Taher Ghadirian, ocho años; Morad Tahbaz y Niloufar Bayani, diez años.

“En lugar de encarcelar a conservacionistas pacíficos, el gobierno de Irán debería invertir recursos para salvar sus especies en peligro de extinción”, concluyó Ghaemi.

En enero de 2018, la Organización de Inteligencia de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC por sus siglas en inglés) encarceló a nueve conservacionistas, miembros de la Fundación Persa de Patrimonio de la Vida Silvestre (PWHF por sus siglas en inglés) con sede en Teherán.

El encarcelamiento de los conservacionistas por cargos presentados por la organización de inteligencia del IRGC ha sido ampliamente condenado por organizaciones ambientalistas y de derechos humanos internacionales, incluidas las Naciones Unidas, y la reconocida primatóloga Jane Goodall, entre otros 131 conservacionistas.

Sus casos han estado marcados por denegaciones documentadas de debido proceso, incluida la denegación de acceso a los abogados de su elección, “confesiones” falsas forzadas, así como interrogatorios prolongados y confinamiento solitario.

En noviembre de 2019, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente criticó enérgicamente la decisión de las autoridades iraníes de responder a los “esfuerzos legítimos de conservación de los ambientalistas criminalizando sus acciones”.

Menos de tres semanas después de ser detenido, el director de PWHF, Kavous Seyed-Emami, profesor de sociología y veterano de guerra que también era ciudadano canadiense, murió en circunstancias sospechosas mientras estaba detenido para ser interrogado en la prisión de Evin. Las autoridades iraníes nunca permitieron una investigación independiente sobre su muerte, que según ellos fue un suicidio, y prohibió a su familia realizar una autopsia independiente.

Los colegas de PWHF de Seyed-Emami permanecieron encarcelados durante dos años, y a su viuda se le prohibió salir de Irán hasta octubre de 2019, mientras que el IRGC y la fiscalía persiguieron un caso contra los conservacionistas por falsos cargos de espionaje.

El procesamiento continuó incluso después de que el Ministerio de Inteligencia del país y el Consejo Supremo de Seguridad Nacional refutaran públicamente la afirmación del IRGC de que los conservacionistas habían cometido espionaje.

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NTX/MADA/LVR