Hacen última llamada para salvar al Sistema Arrecifal Mesoamericano

*El tratamiento de aguas residuales que se vierten al mar debe ser considerado como tema de seguridad nacional

Por Miguel Ángel de Alba

México, 18 Feb (Notimex).- Melanie McField, directora de la Iniciativa Arrecifes Saludables y científica marina del Instituto Smithsoniano, dijo que deben acelerarse los compromisos internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y detener el calentamiento global, mejorar la calidad del agua y aumentar las poblaciones de peces, para frenar el deterioro de la salud del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), 

Por su parte, Mélina Soto, coordinadora para México de la Iniciativa, e investigadora del Centro de Ciencias del Mar y Limnología, de la Universidad Nacional Autónoma de México, señala que 2020 marca la última década para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, por lo cual deben acelerarse y escalar urgentemente las acciones en temas de agua, vida acuática, cambio climático y consumo responsable. Es la última llamada.

“El deterioro de la salud del SAM es alarmante, a pesar de que iniciativas y alianzas clave están instrumentando soluciones de forma local. Es urgente escalar esos proyectos y atacar de manera contundente la raíz del problema para frenar el cambio climático y la contaminación de los ecosistemas, de los cuales dependen directamente 2.5 millones de personas”, agregó Soto.

Al participar en un webinar organizado por la Red de Periodistas por la Tierra (EJNet por sus siglas en inglés), las científicas señalaron que durante la última década han documentado una lenta recuperación del Sistema Arrecifal Mesoamericano, pero su reciente declive muestra que deben intensificarse las acciones locales para mejorar la calidad del agua, aumentar las poblaciones de peces y acelerar las reducciones de las emisiones de carbono.

El informe que dieron a conocer se basa en un nuevo estudio de 286 sitios de arrecifes de coral a lo largo de mil kilómetros de las costas caribeñas de México, Belice, Guatemala y Honduras.

Destacaron que un factor clave en la recuperación de algunos arrecifes se debió a la protección y recuperación del pez loro, que ayuda a evitar que las algas crezcan demasiado y maten a los corales. “Hoy el pez loro está protegido en toda la región, incluida Quintana Roo, México; Belice, Guatemala y las islas de la Bahía de Honduras”.

Sin embargo, los corales enfrentan una nueva crisis: el síndrome blanco, una enfermedad que provoca pérdida de tejido y los deja en el esqueleto, por lo que es probablemente el daño más letal que afecta los arrecifes mesoamericanos.

El brote del síndrome blanco afectó rápidamente a 450 kilómetros de arrecifes a lo largo de la costa mexicano-caribeña en 2018 y llegó a los de Belice en el verano de 2019, donde ha permanecido.

Informaron que se están tratando corales para reducir la propagación de la enfermedad, investigar técnicas innovadoras para rescatarlos y desarrollar planes para ampliar los esfuerzos de restauración.

Aunque manifestaron desconocer la causa de la enfermedad, sugieren quye se trata de un patógeno bacteriano, por lo que parte de la solución radica en mejorar el tratamiento de aguas residuales para eliminar agentes patógenos y otros contaminantes que pueden alimentar tanto enfermedades como generar la proliferación de algas, afectando gravemente a los corales.

“Estamos en una emergencia ambiental, donde el tratamiento de aguas residuales debe ser una cuestión de seguridad nacional, especialmente en regiones en las que la única fuente de agua dulce proviene del acuífero y se descarga en el Sistema Arrecifal Mesoamericano”, afirmó Melina Soto.

Alejandro López Tamayo, director de Centinelas del Agua, coincidió en que el “adecuado tratamiento de las aguas residuales se convierte en una emergencia internacional para salvar el SAM y lograr el Onjetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 para 2030”.

El informe 2020 documenta la condición de los arrecifes en toda la región mesoamericana, señala arrecifes específicos en declive y aquellos que son más resistentes, resalta historias de esperanza e identifica específicos acciones necesarias para reducir las amenazas.

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